La línea 3 del cable aéreo no entraría en operación en julio de este 2025, como estimaba la Alcaldía. El contratista pide tres meses más por retrasos, principalmente, en una estación.

Desde diciembre del 2023, la línea 3 del cable aéreo le resulta esquiva a Manizales.

Para esa fecha, la Administración de Carlos Mario Marín debía terminar la construcción, como prometió para su proyecto insignia.

En lugar de robustecer el cable aéreo, el exalcalde Marín desencadenó una sucesión de prórrogas que también se han presentado en la Alcaldía de Jorge Eduardo Rojas, cuyo Gobierno ha asegurado que heredó un proyecto «mal estructurado».

Así se ve la estación El Cable, que se construye en Manizales.

De nuevo, el plazo proyectado para terminar la línea 3 sería incumplido. Las señales del contratista, la Unión Temporal Cable Aéreo L3, indican que la obra no entraría en operación en julio de este 2025, como rezaba la promesa más reciente.

«Están pidiendo algo más de tres meses. Dependemos de la evaluación de la interventoría para definir la viabilidad de otorgar uno, dos o los tres meses que piden», le explicó Hernán González Cardona, gerente de Infimanizales, a LA PATRIA.

Los retrasos se deben, principalmente, a la construcción de la estación Fátima. Allí hubo inconvenientes con la cimentación y las labores de contención por las condiciones del terreno.

Hasta este jueves (5 de junio), la interventoría aún no había entregado el análisis de la solicitud para definir cuánto tiempo debería sumar otra prórroga.

El alcalde Rojas tendría que esperar para llevarse el crédito de destrabar la principal obra del Gobierno Marín.

Rojas ya ha desatascado proyectos de su antecesor como el intercambiador vial de Los Cedros, el bulevar de la 19 y ha recuperado $28 mil 117 millones de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Los Cámbulos (faltan $7 mil 946 millones).